Orden del día disponiendo el uso de la bandera y cucarda españolas

22 06 2009

Orden del día, 11 de Mayo de 1814.

Por cuanto un abuso de la autoridad de un Gobierno arbitrario ha causado la guerra de estos países por haber ordenado caprichosamente mudar la bandera y cucarda nacional reconocida por todas las naciones del orbe,comprometiendo la seguridad pública con unos signos que nada podían significar en aquella circunstancia, ordeno y mando que desde hoy en adelante no se use en los ejércitos, plazas, fuertes, castillos y buques del país, de otra bandera que la española; ni que las tropas puedan llevar otra cucarda que la que anteriormente acostumbraban. Y para que esta orden tenga su debido cumplimiento circúlese e imprímase.

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Santiago en 1812 según un extranjero

8 06 2009

El camino entre Santiago y Valparaíso, teniendo en cuenta las altas montañas que atraviesa, es tan bueno si no mejor que las sendas vecinales de Estados Unidos; fue construido por un irlandés (O’Higgins), presidente de Chile y después virrey del Perú; puede cruzarse en cuatro días por carretas bien cargadas; por cuya falta, en otro tiempo, cuanta mercadería llegaba al puerto de Valparaíso era conducida a lomo de mulas a la capital, modo de trasporte sumamente costoso y molesto. Es una manifestación estupenda de su genio emprendedor y de su habilidad, y una gran fuente de riqueza para el país. Se me dijo que había gastado diez años en la empresa, y que la llevó a término contra la voluntad del pueblo cuyo mando le estaba confiado, y el que aseguraba que habría sido también capaz de emprender la construcción de una nueva torre de Babel.

Plaza de Armas hacia 1850La ciudad se halla pintorescamente situada en un extenso valle, noventa millas al poniente de la Cordillera, que divide esta provincia de la de Buenos Aires. Las calles corren norte sur y este oeste. Las casas son generalmente de un piso y fabricadas de adobes (construidas de esta manera para resistir a los temblores de tierra, que algunas veces se hacen sentir aquí), con un amplio primer patio, que les da un hermoso aspecto, y un delicioso jardincillo en otro interior, en el cual, además de las flores más fragantes, crecen generalmente naranjos y limoneros y parras de uva moscatel de las mejores, etc., etc. Merced a la dulzura del clima, sobre todo, y a la escasez y subido precio de los vidrios en el más cercano mercado, las ventanas carecen, de ordinario, de tan elegante adorno, que es reemplazado por rejas de hierro, lo que da a los edificios, por lo demás hermosos, un aspecto triste, que me hacía recordar a las cárceles de Estados Unidos. La ciudad se provee de agua del río Mapocho, que nace en las cordilleras y corre en toda estación del año por causa del derretimiento de las nieves de aquellas montañas; cruzan las calles acequias de unas 18 pulgadas de ancho, que sirven para los usos domésticos, para regar los jardines y mantener las calles frescas y limpias. La vista de la Cordillera desde Santiago cubierta con nieves perpetuas es por extremo majestuosa y concurre a inspirar a uno la noción de la sabiduría infinita del Criador, quien al colocar a alguna de sus hechuras en un clima quemado por el sol y donde no llueve por espacio de ocho o nueve meses en el año, las provee de estos altos cerros para conservar la nieve, y de un sol bastante fuerte para convertirla en agua, a medida de sus necesidades. Lee el resto de esta entrada »





Imagen: Chillán en 1813

1 06 2009

Chilllan en 1813

Croquis de Chillán (Chillán Viejo), levantado para sostener el sitio contra esta ciudad en julio y agosto de 1813. Biblioteca Nacional, Historia General de Chile, Diego Barros Arana. Fuente: Wikipedia





Sermón de la instalación del Primer Congreso Nacional

17 05 2009

Esta augusta ceremonia, en que la alta representación del estado da principio a sus sesiones por la invocación del padre de las luces, es una manifestación solemne del íntimo convencimiento en que está la nación chilena de que su conducta en las actuales circunstancias, y que ha seguido desde la lamentable desgracia del Rey, es conforme a la doctrina de la religión católica y a la equidad natural, de que manan los eternos e inalienables derechos con que ennobleció a todos los pueblos del mundo el soberano autor de la naturaleza. Este es un homenaje que una nación noble, firme y circunspecta rinde a la justicia y amabilidad de la religión. Jamás esta hija luminosa de los cielos aprobó el despotismo ni bendijo las cadenas de la servidumbre. Jamás se declaró contra la libertad de las naciones, si no es que tomemos los abusos por principios. Elevada como un juez integérrimo e inflexible sobre los imperios y las repúblicas, miró con igual complacencia estas dos formas de gobierno. Colocada entre las supremas magistraturas y sus súbditos, reprimió el abuso del poder y la licencia de los pueblos; y de aquí es que en las crisis peligrosas de los estados fue el ultimo recurso del orden público en medio de la impotencia de las leyes.

La religión considera a los gobiernos como ya establecidos, y nos exhorta a su obediencia. Pero los gobiernos, como todas las cosas humanas, están sujetos a vicisitudes. Semejantes a los cuerpos físicos, las naciones enteras, estos individuos de la gran sociedad del mundo, experimentan crisis, delirios, convulsiones, revoluciones, mudanzas en su forma. Los estados nacen, se aumentan y perecen. Cede la metrópoli a la fuerza irresistible de un conquistador; las provincias distantes escapan del yugo por su situación local. ¿Qué deben hacer en tales circunstancias? ¿Esperarán tranquilas ser envueltas en el infortunio de su metrópoli? ¿O ser presa inerme y despreciable del primer invasor, o se expondrán a sufrir los horrores de la anarquía y caer, en fin, debilitadas por la discordia bajo la desventurada suerte de un gobierno colonial? La revolución y la razón, estas dos luces que emanan del seno de la divinidad, ¿no ofrecen algún remedio para evitar tanto desastre? Sí: las naciones tienen recursos en sí mismas; pueden salvarse por la sabiduría y la prudencia. Sanabiles fecit nationes orbis terrarum. No hay en ellas un principio necesario de disolución y de exterminio. Non est in illis medicamentum exterminii. Ni es la voluntad de Dios que la imagen del infierno, del despotismo, la violencia y el desorden se establezcan sobre la tierra. Non est inferorum regnum in terra. Existe una justicia inmutable e inmortal, anterior a todos los imperios: Justitia perpetua est, et inmortalis; y los oráculos de esta justicia, promulgados por la razón y escritos en los corazones humanos, nos revisten de derechos eternos. Estos derechos son principalmente la facultad de defender y sostener la libertad de nuestra nación, la permanencia de la religión de nuestros padres y las propiedades y el honor de las familias.

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Criminal contra don Romualdo Antonio Esponda

28 04 2009

El ciudadano Bernardo de Vera Juez de alta policía dijo: que habiéndose sorprendido a Don Antonio Esponda por el denuncio de estar bordando unas banderas reales distintivo bajo el cual nos atacan los Cisneros en Chile, y que envuelve el indicio de una conjuración contra la Patria para indagar este crimen, los delincuentes, y su resultado mandó levantar este auto, que sirva de cabeza de proceso. Firmó Santiago De Chile Septiembre veintisiete de mil ochocientos catorce

Don Bernardo de Vera

José Ignacio Zenteno

Excelentísimo gobierno

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Las desavenencias entre Santiago y Concepción según José Miguel Carrera

17 04 2009

A principios de enero, cuando aún no se sabía en Concepción la noticia de la deposición del Congreso, se inter­ceptaron pliegos de aquella Junta para el Congreso y sus diputados, mandándoles hacer protestas contra los acontecimientos de noviembre, ofreciendo las fuerzas de la provincia para sostener el Congreso, y man­dando a los de Concepción que se retirasen. Ya Martínez de Rozas disponía en pie el ejército y hablaba con mucha energía.

De resultas de esto mandé a O’Higgins a Concepción, para hacer a [Martínez de] Rozas proposiciones amistosas y para asegurarle de mis buenos sentimientos hacia mi patria. No muchos días después mandé a mi padre, don Ignacio de Carrera, con doscientos veteranos a tomar posesión de Talca para evitar las intrigas de Con­cepción.Ex-Catedral de Concepción

Solo en el Gobierno trabajaba con una actividad extremada, particularmente en la organización de la fuerza militar. La inspección de caballería recibía una buena organización; el batallón de Granaderos se elevó a la respetable fuerza de 1.200 hombres; se reformó el cuerpo de 300 Dragones por inútiles y se le­vantó el de Guardia Nacional de 500 plazas; la artillería se aumentó a 400. Se quitó a los frailes de San Diego el convento y se levantó en él un famoso cuartel de caballería; se hicieron 10.000 lanzas y 1.500 tiendas de campaña, vestuarios, monturas para todos los cuerpos, municiones de todas clases y, por último, cuanto se necesitaba para la defensa de un país, que hasta entonces estaba enteramente expuesto a ser presa de cualquier enemigo por falta de artículos de guerra y de organización en sus fuerzas. El pueblo no fue oprimido con contribuciones, sólo se aumentaron los derechos en algunos ramos y con esto se veía atender a unos gastos de tanto bulto.

Don José Santiago Portales y don Nicolás Cerda ocuparon las dos vacantes del Gobierno; don Juan José Aldunate renunció a una.

Concepción seguía su apresto militar, los diputados del Congreso tuvieron licencia para regresar a su provincia y acabaron de alarmar los ánimos pintando a la capital capaz de recibir la ley de las tropas de Concepción: no reflexionaban aquellos ignorantes lo que puede un trabajo constante.

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Proceso seguido contra don Tomás de Figueroa, con motivo del motín del 1º de abril de 1811

10 04 2009

Auto Cabeza de Proceso

Por cuanto conviene da la causa pública y seguridad del Gobierno averiguar quienes hayan sido los autores causantes del tumulto causado el día de hoy, en que hizo cabeza el comandante don Tomás Figueroa, con quien hubiese liga o confederación y cuanto conduzca al esclarecimiento de tan gravísimo delito, para aplicar las más severas penas a los que resulten culpados, mandó S. S. levantar este auto cabeza de proceso, a cuyo tenor sean examinados los testigos sabedores del hecho, y lo firmó conmigo en esta ciudad de Santiago de Chile en 1º de Abril de 1811 –Juan Enrique Rosales.Dr. Marín, secretario.

Declaración de doña Concepción Chena

Incontinente, para la averiguación sumaria del delito relacionado, hizo S. S. comparecer a su presencia a doña Concepción Chena, de quien recibió juramento, que hizo por Dios Nuestro Señor y una señal de cruz, so cargo del cual prometió decir verdad de lo que supiere y le fuere preguntado; y siendo que diga dónde ha visto tratar estos días a don Tomás Figueroa, con quién y a qué horas, dijo: que ahora pocos días, en esta semana pasada, notó que don Tomás Figueroa estuvo en la esquina de la casa del señor coronel don Manuel Olaguer Feliú, tratando largo rato los dos solos, y que luego siguieron juntos por la calle. Que continuamente, Motín de Figueroacon ocasión de ser vecina del señor coronel, ve entrar y salir de su casa al citado Figueroa, y que la noche del día de ayer hubieron algunos que entraban y salían de dicha casa, según lo oyó a los alquiladores de los cuartos de la calle. Que la susodicha no lo vio porque estuvo dentro de su casa, y que nada más sabe en el particular que lo dicho, en que se afirma y ratifica bajo de juramento. Dice que es mayor de 25 años, y no firmó porque que dijo no saber; y lo firmó S. S. conmigo, de que doy fe -(Hay dos rúbricas).-Dr. Marín, secretario.

Declaración de don Antonio Guzmán

Incontinente, para el mismo objeto, hizo comparecer a su presencia a don Antonio Guzmán, portero del Tribunal de la Real Audiencia, a quien recibido juramento, que hizo por Dios Nuestro Señor y una señal de cruz, so cargo del cual prometió decir verdad de lo que supiere y le fuere preguntado, y siéndolo que si se halló presente cuando entró el comandante don Tomás Figueroa a dicho Tribunal y cual fue la conversación que allí tuvo, dijo: que habiendo entrado al Tribunal, después de solicitar permiso para ello, dijo a los señores que el pueblo quería se restituyese al antiguo Gobierno y que para ello traía su tropa, y supuesto que la Audiencia representaba y hacía el nombre del Soberano, le diese sus órdenes para proceder en defensa de la Religión y del Rey. Preguntado cual fue la resolución o respuesta del Tribunal, dijo: que había dicho que era preciso oficiar a la Junta y al Cabildo para ver lo que se determinaba. Que entonces Figueroa exigió porque se le diese alguna orden, y que la Audiencia le respondió que no podía hasta ver aquella resolución que se acordase, y saliéndose volvió a entrar a suplicar al Tribunal que si no lo llamarían cuando viniese la Junta, y se le dijo que se acordaría. Preguntósele si se le había dado por la Audiencia alguna orden por escrito, dijo que no, y si lo había presenciado todo, dijo que si y que esto era la verdad y cuanto hubo, so cargo del juramento, en que se afirmó y ratificó. Leída su declaración, la firmó con su S. S., de que doy fe. Antes de firmar agregó que la Audiencia le había suplicado que no hubiese novedad ni efusión alguna de sangre, y firmó.—Juan Enrique Rosales. -Pérez. -Antonio Basilio Guzmán. –Dr. Marín, secretario.

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